Compromisos con sabor: Manizales y Portoviejo unen sus cocinas

La gastronomía no solo se sirve en los platos: también se comparte en la mesa del diálogo, la tradición y la creatividad. Así quedó demostrado en el reciente encuentro entre Manizales (Colombia) y Portoviejo (Ecuador), dos ciudades que encontraron en los sabores y saberes de sus territorios un punto de encuentro para construir alianzas duraderas.

De charlas entre fogones, seminarios y mesas de trabajo surgieron compromisos que apuntan a fortalecer el sector gastronómico, cultural y turístico. Más que un simple intercambio culinario, la visita evidenció que la cocina puede convertirse en una herramienta poderosa para la innovación, la integración regional y la proyección internacional.

Aprender juntos y crecer en red

Uno de los acuerdos más relevantes es la articulación entre universidades de ambas ciudades. Las instituciones educativas trabajarán de la mano en proyectos, investigaciones y programas enfocados en gastronomía, turismo, cultura y creatividad. Esta alianza académica busca formar profesionales capaces de conservar la tradición y, al mismo tiempo, liderar procesos de innovación con impacto en las comunidades.

El trabajo conjunto no solo beneficiará a estudiantes y docentes, sino que también abrirá espacios de colaboración para emprendedores y actores del sector turístico que requieren nuevas miradas frente a la competitividad.

Ferias, mercados y productos con identidad

Otro de los compromisos se centra en el intercambio cultural a través de ferias y escenarios gastronómicos. Cocineros, emprendedores y gestores culturales de Manizales y Portoviejo participarán mutuamente en sus festivales, compartiendo la riqueza de sus territorios y ampliando sus oportunidades de visibilización en mercados nacionales e internacionales.

En este marco, Manizales se propone aprender de la exitosa experiencia de Portoviejo con su plaza de mercado y el programa “Mercadazo”, un modelo de gestión que ha transformado estos espacios en centros de encuentro social, dinamización económica y fortalecimiento cultural.

Además, se impulsará la creación de productos innovadores que mezclen ingredientes y saberes de ambas ciudades. El frijol, el plátano, el maíz y el café se convierten en símbolos de unión, dando paso a recetas y propuestas con identidad propia y proyección comercial. Como expresó George Jiménez Londoño, chef de La Beautiful Cocina Inusual:

“Ellos tienen una gastronomía impresionante y también nosotros tenemos una hermosa, donde estamos uniendo fuerzas a través del frijol, el plátano, el maíz, ahora del café… esto fue un encuentro de hermanos de tierra porque compartimos saberes ancestrales”.

Una historia que apenas comienza

Más allá de los acuerdos, la visita dejó una enseñanza clara: la cocina no solo alimenta el cuerpo, también nutre las relaciones entre territorios. El respeto por la tradición, la innovación como motor de desarrollo y la creatividad como puente cultural serán los ingredientes principales de esta nueva historia compartida entre Manizales y Portoviejo.

Lo que comenzó con un diálogo entre cocineros hoy se convierte en un pacto de cooperación con impacto en la economía, la cultura y el turismo. Un compromiso con sabor que promete dejar huella en ambas ciudades y, sobre todo, en quienes disfrutan y valoran la riqueza de la cocina latinoamericana.

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