Transformar residuos, transformar vidas: el poder social del programa “Mi Escritorio ILC”

imagen programa mi escritorio

En Caldas está ocurriendo algo más que una entrega de escritorios y sillas escolares: se está cultivando esperanza, dignidad y conciencia. El programa Mi Escritorio ILC demuestra que el compromiso social es mucho más que una promesa; es una acción visible cotidiana que cambia realidades.

Cerca de 2,5 millones de cajas de Tetra Pak y casi medio millón de envases de plástico —materiales desechados destinados a rellenos sanitarios— encuentran una nueva vida útil convertidos en mobiliario escolar para 42 instituciones educativas del departamento.

Este esfuerzo beneficia directamente a 1.080 niños, mejorando sus espacios de estudio con escritorios y sillas hechos de aquello que otros consideran basura. Pero el impacto va mucho más allá: fortalece la autoestima, motiva la asistencia, enseña desde pequeños que cada residuo tiene potencial si lo miramos con otros ojos.

El programa se enmarca en una estrategia de responsabilidad social empresarial que no se contenta con palabras bonitas, sino que concreta sus valores: sostenibilidad, innovación, solidaridad, educación. Con la Secretaría de Educación de la Gobernación de Caldas se identificaron las escuelas más necesitadas, asegurando equidad en el acceso al beneficio.

“Con Mi Escritorio ILC reafirmamos que la sostenibilidad no es un discurso, sino una práctica concreta que transforma vidas.” Estas palabras del gerente general de la ILC, Diego Angelillis Quiceno, encienden una luz clara sobre lo que significa responsabilidad social de verdad.

Y en efecto:

  • Más de 3.000 estudiantes ya se han beneficiado desde 2022.
  • Se involucraron 60 proveedores materiales locales y más de 10.000 recicladores de oficio, generando ingresos, empleo y reconocimiento para quienes muchas veces están al margen.
  • Se redujo la huella de carbono de la ILC en 2.655 kilogramos de CO₂, demostrando que cada gesto cuenta cuando hablamos de cuidar el planeta.

🗓 Cronograma de entregas

  • Primera jornada: del 8 al 12 de septiembre en Manizales, Villamaría, Chinchiná, Palestina, Neira, Filadelfia, Aranzazu, Salamina y Pácora — 108 kits (un escritorio y tres sillas cada uno) para 324 niños.
  • Segunda fase: del 22 al 26 de septiembre en los municipios de La Merced, Marmato, Supía, Anserma, Viterbo, Risaralda y Belalcázar — 59 kits para 177 alumnos.
  • Fase final: del 20 al 24 de octubre con entrega en La Dorada, Norcasia, Samaná, Victoria, Marquetalia, Pensilvania, Manzanares y Marulanda — 193 kits para 579 estudiantes.

Este es un ejemplo vivo de economía circular: algo que recupera, reutiliza, reinvierte y renueva. Pero sobre todo, es un ejemplo de valor social profundo: de cómo una empresa, cuando decide apostar por lo humano, puede sembrar cambio en generaciones.

Porque quizá lo más importante no sea solo que los niños tengan muebles nuevos; lo que realmente transforma es que comprendan su valor, se sientan vistos, respetados, parte de un mundo donde todos podemos contribuir.

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