La catedral de Manizales considerada la más alta del país, fue declarada Bien de Interés Cultural en 1984. Diseñada por el arquitecto francés Julien Auguste Polti, ganador del concurso convocado a nivel internacional. Construida en varias etapas entre los años 1928 y 1939 con cemento armado o ferroconcreto, reemplazó a tres anteriores consumidas por las llamas. Se empezó a construir el 5 de julio de 1928 por la firma italiana Papio Bonarda y compañía, autora de otros edificios del centro histórico de la ciudad.
Diseño y Construcción
La planta arquitectónica del monumento religioso fue diseñada en forma de cruz griega, con tres naves y un coro, de donde se levanta un cuerpo con una torre ubicada en cada una de las cuatro esquinas. En medio de ellas se destaca la torre central con una altura de 106 metros.
Su construcción, en la que se necesitaron 200 obreros, se hizo con recursos propios y donaciones de los mismos ciudadanos, impulsados y motivados por el Padre Adolfo Hoyos Ocampo, gestor de esta magnífica obra.
El escultor italiano Alideo Tazzioli Fontanini esculpió la mayoría de las estatuas que están en el exterior del templo como la de Nuestra Señora de los Dolores ubicada en el frontis de la Catedral, los seis ángeles custodios que rodean la torre central y cuatro de las seis imágenes que están en el atrio principal.
El baldaquino que cubre el altar mayor llegó a Colombia en 1948 diseñado por el artista portugués Joaquín Santos y elaborado en Italia. Tiene una altura de 14 metros asentado en 4 columnas doradas, cuenta con 64 imágenes blancas talladas en madera. Las tres puertas de entrada por la carrera 22 fueron realizadas en bronce importado de Londres en los años 1961 y 1962.
La Catedral Basílica de Manizales se constituye así en un centro de arte religioso que puede albergar hasta 5.000 fieles en un área de 2.400 metros cuadrados. “Su mayor valor histórico y cultural radica en el hecho de haber sido el eje simbólico de la reconstrucción de la ciudad y fuente de inspiración de un pueblo que expresó su fuerza cívica en pro de una causa”, expresan investigadores que han estudiado este acontecimiento.
Corredor Polaco
En la parte superior de la torre central se encuentra una de las atracciones más importantes de la Catedral Basílica: el corredor polaco, un mirador que permite una vista de 360 grados de la ciudad a 96 metros de altura. Se accede por una escalera helicoidal metálica y un ascensor que asciende hasta el segundo piso. Debe su nombre a la coincidencia de la creación del corredor polaco en el Tratado de Versalles, que se extendía por la desembocadura del río Vístula y dotaba a Polonia de un acceso al mar Báltico a expensas del territorio que hasta ese momento pertenecía al extinto imperio alemán derrotado en la Primera Guerra Mundial, según cuentan los historiadores.