Dos grandes espejos de agua: el Embalse Amaní, y la Laguna San Diego, son fuente de atractivo, diversión y admiración en una ruta que lleva a los visitantes desde La Dorada hacia el municipio de Norcasia y el corregimiento de San Diego.
Desde la zona urbana de La Dorada hasta el casco urbano de Norcasia existe una distancia de 42 kilómetros y 2 kilómetros después se encuentra el Embalse, que hace parte del proyecto hidroeléctrico Miel I y que almacena más de 600 millones cúbicos de agua, en medio de un bosque natural espeso. La presa Pantágoras que represa el agua, tiene 188 metros de altura y es considerada la segunda más alta del mundo.
En la zona es posible visitar el Mirador Amaní y el Mirador Confines, desde donde puede hacer observación y contemplación del paisaje que ofrece la represa. Otro punto de interés es el trasvase del río Manso al Embalse Amaní, un lugar donde se conducen las aguas del río hacia la quebrada Santa Bárbara, afluente del Embalse. También es posible visitar la cáscada Water Look, en la ruta que une las veredas El Jagual y la Quiebra de Roque, un sitio ideal para el paseo de olla y baño en piscinas naturales. En las inmediaciones del Embalse se encuentran el Hotel Turpaz, Ecohotel Los Mikos y las cabañas Campo Alegre donde ofrecen hospedaje y planes acuáticos como recorridos en lancha y deportes de aventura.
A tan sólo 11 kilómetros de Norcasia, se encuentra el corregimiento de San Diego, en jurisdicción del municipio de Samaná. En el corregimiento esta ubicada la Laguna de San Diego, un tranquilo y cálido espejo de agua, que yace al pie de un cerro volcánico del mismo nombre. Los visitantes tienen múltiples alternativas para divertirse, desde la observación del paisaje, el avistamiento de flora y fauna, los recorridos en barcas sin motor, zonas de acampada y baños naturales. En el corregimiento se puede acceder a alojamiento, alimentación, comercio y artesanías.