Caminantes de la fe encuentran en Caldas un destino único de sitios de peregrinación

Peregrinación y Turismo

Las peregrinaciones se realizan a “lugares santos” o a “sitios con interés religioso” donde se concentran expresiones de creencias y fe.Tradicionalmente a estos lugares se les agregan servicios que motivan la estancia como museos, recorridos especiales con guianza y actividades alternas. Los santuarios más conocidos y con mayor desarrollo turístico son Lourdes en Francia, que con apenas 15.300 habitantes recibe cada año 5 millones de visitantes procedentes de 150 países, para lo cual han desarrollado una importante infraestructura hotelera; la Basílica de Guadalupe en ciudad de México, que anualmente recibe 14 millones de peregrinos, aunque la visita generalmente no supera las 4 horas.

Algunos Sitios de peregrinaje en Caldas

En Caldas existen diversos sitios de peregrinación tanto en la ciudad de Manizales como en los municipios. En la capital se encuentran el Santuario de Nuestra Señora de Fátima, en el municipio aledaño de Villamaría se estableció el Santuario de las Naciones réplica de uno existente en Bélgica.

En el municipio de Belalcázar se ubica el Monumento a Cristo Rey. Hacia el norte en el municipio de Aranzazu se encuentra el santuario del Señor de la Buena Esperanza. Por su parte Pensilvania, Pácora, Riosucio, Supía y Manzanares poseen cerros cercanos hacia donde los pobladores peregrinan durante la Semana Santa principalmente.

Señor de la Buena Esperanza en Aranzazu

En el municipio de Aranzazu se estableció como sitio de peregrinación de larga tradición la visita a una pequeña estatua del Señor de la Buena Esperanza, . Esta imagen representa a Jesús condenado a muerte, sentado en un trono, con túnica blanca, corona de espinas y una caña en la mano, ha congregado desde 1864 a los fieles  de Aranzazu y las poblaciones vecinas en su santuario situado en la Vereda La Esperanza ubicada  a 12 km. de la zona urbana. El carácter teológico muestra la justicia del Señor sobre los seres humanos.

La historia popular de Aranzazu cuenta que la señora Dolores González heredó la imagen de su padre Basilio, quien la ganó en una rifa. Después de la muerte de su padre quisieron trasladar la imagen de origen romano a la cabecera urbana, sin embargo no fue posible levantarla de su sitio y por ello años después sus herederos vendieron el predio a la acción comunal y fueron los habitantes de la vereda quienes levantaron la capilla del Señor de la Buena Esperanza, que hoy es venerada y visitada permanentemente por los peregrinos.

Monumento a Cristo Rey en Belalcázar

E monumento es una mole de 45 metros de altura, para cuya construcción se usaron 400 toneladas de hierro y 1.650 bultos cemento. El arquitecto de la obra fue Libardo González y el ingeniero Alfonso Hurtado Sarria.

La obra tardó 6 años, desde 1948 hasta 1954, se hizo a través de “convites comunitarios” que iniciaron con el derrumbe a pico y pala de la cima del Cerro del Oso. Excavaciones de 17 metros de profundidad para cimentar el Cristo de brazos abiertos. En su interior se construyó la Capilla del Señor Caído, a su imagen los devotos y peregrinos le atribuyen numeros milagros.

La efigie del Cristo que puede ser recorrida en su interior a través de 167 escalones. Desde su cabeza se pueden observar el valle y el cañón del río Cauca, el cerro del Tatamá, el valle del río Risaralda, los ríos Cauca y Risaralda que corren en sentido contrario y las tierras de 12 municipios de 6 departamentos y por ello el municipio de Belalcázar se conoce como el Balcón del Paisaje.

El cristo puede albergar en su interior hasta 2.500 personas  y en el espacio de la cabeza hay lugar para 20 personas.

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