Para nadie es un secreto que Colombia es uno de los países con mayor biodiversidad del mundo. El país cuenta con el 10% de la riqueza natural del planeta en una extensión relativamente pequeña, 1.141.748 km2. Esta condición lo ha llevado a estar entre las tres naciones más ricas del mundo en biología.
Los diversos ecosistemas, la abundancia de flora y fauna y la producción de agua, son factores de competitividad que tienen un inmenso potencial como generadores de riqueza.
La biodiversidad ofrece posibilidades como la provisión de necesidades básicas de alimento, agua, madera y fibras. Otro servicio está relacionado con la regulación del clima, el control de inundaciones y las enfermedades y el tercer servicio es el del turismo.
A nivel mundial la demanda de este tipo de servicios es creciente, la captura de carbono con proyectos de reforestación permite la venta de bonos, establecida en el protocolo de Kioto, un mercado que mueve al año más de 10 mil millones de doláres.
En el sector turístico, países como Costa Rica, han convertido el ecoturismo en el segundo renglón de su economía. La ventaja de aprovechar estos mercados es que traen un doble beneficio, en primer lugar generan nuevos ingresos al país y por el otro contribuyen al cuidado de la vida y al aseguramiento del bienestar de las generaciones futuras.
Según la Evaluación del Milenio de los Ecosistemas, un estudio realizado por más de 1.500 científicos del mundo, las oportunidades que tiene el país son inmensas. Sin embargo, es necesario avanzar de la concepción únicamente conservacionista y contemplativa de la biodiversidad y avanzar con ciencia y tecnología hacia la exploración de productos con biotecnología e ingenería molecular, estos harán más eficientes los cultivos, proveerán nuevos productos famacéuticos para la industria y crearán escenarios donde los visitantes puedan disfrutar de la riqueza natural con servicios asociados.
Triángulo del Café
El Eje Cafetero está situado en el centro del triángulo que conforman las tres principales ciudades de Colombia: Bogotá – Medellín – Cali. Su estructura territorial implica relaciones de vecindad, conectividad y continuidad con el Chocó al occidente, el valle del Magdalena al oriente, Antioquia al norte y Valle del Cauca y Macizo Colombiano al sur. Juntos conforman la ecorregión cafetera colombiana
Una ecorregión, es un área geográfica que se caracteriza por contar con similares condiciones climáticas, de suelo, hidrográficas, florísticas y faunísticas, con estrecha interdependencia, que son delimitables y distinguibles, que prestan utilidad práctica y sostenibilidad.
La importancia de las ecorregiones a nivel mundial se relaciona específicamente con las tareas de planificación del desarrollo contemporáneas; el reconocimiento de las potencialidades integradoras de los recursos naturales; la definición de tareas conjuntas de preservación y la sinergia sobre las inversiones y acciones de mejoramiento, aprovechamiento y/o preservación del medio ambiente.
Asociación natural
Como ecorregión, el Eje Cafetero, está delimitada alrededor de tres grandes corredores ambientales: el primero asociado a la cordillera Central, el segundo a la cordillera Occidental y tercero al río Cauca, como el gran eje fluvial.
Las potencialidades con las que cuenta la ecorregión, se relacionan con la posición geoestratégica, la pluralidad étnica y cultural, la amplia oferta geográfica, de clima, paisaje y biodiversidad. Los sectores con mayor futuro en la zona, asociados al concepto de desarrollo sostenible son la agricultura ecológica de productos orgánicos con origen social. La agroindustria en sectores como los lácteos, las frutas, el café y las artesanías. El paisaje asociado al turismo ecológico, cultural y rural. La biodiversidad como factor de mercados verdes y biocomercio y finalmente los servicios de educación y salud.
Agenda para el desarrollo
Entidades nacionales, instituciones regionales, la academia, los gremios, las comunidades étnicas, las organizaciones no gubernamentales y algunas entidades de cooperación internacional, han venido trabajando en la consolidación de una Agenda para el Desarrollo Sostenible de la Ecorregión del Eje Cafetero. En esta se definen los ejes articuladores, la visión regional, las prioridades ambientales y los proyectos necesarios para avanzar en la sostenibilidad ambiental. Este documento se elevó a la categoría de Pacto Social, un acuerdo gobierno – región, que evidencia los principios, políticas, planes y proyectos para su ejecución.
Las líneas de acción se ordenan alrededor de la planificación como estrategia de conservación. En el sector productivo la reconversión de las formas de producción para generar productos amigables con el medio ambiente y participar en mercados verdes. Finalmente con la comunidad se promueven estrategías educativas, investigativas y de socialización de información que se produzca sobre la biodiversidad y el medio ambiente.
PROCUENCA, sembrando vida
La cuenca del río Chinchiná está ubicada el centrosur de Caldas, recorre los municipios de Manizales, Villamaría, Neira y Palestina; en total cubre 112 mil 500 hectáreas que proveen bienes y servicios ambientales a estos cinco municipios. Es el del principal ecosistema estratégico de la subregión.
Consciente de la importancia de esta zona la Alcaldía de Manizales formuló en 1999, la iniciativa Procuenca: Proyecto para la Cuenca del Río Chinchiná, para promover y fomentar el desarrollo del sector forestal.
Para su implementación Infimanizales realizó un convenio con la FAO, con el objetivo principal de consolidar un proceso forestal sostenible en el largo plazo en la cuenca del río, dirigido a conformar un gran colchón de agua y generar una alternativa de producción y empleo para Manizales y la región.
Procuenca promueve la conservación, el uso y manejo sostenible de los bosques naturales, el restablecimiento de bosques degradados y el establecimiento de plantaciones forestales comerciales.
Es un proyecto líder a nivel nacional y modelo a nivel internacional, en cuyas metas se encuentran la conservación de 15 mil hectáreas de bosques naturales y el establecimiento de otras hectáreas con fines comerciales, el mejoramiento de la calidad del agua, la recuperación de suelos, corredores ambientales para la biodiversidad, la generación de un modelo económico de producción limpia, la captura de carbono, la promoción del turismo ecológico y el incremento de la capacidad de organización de las comunidades.