Un recorrido por el corredor Polaco en lo alto de la Catedral de Manizales

La Catedral Basílica Metropolitana Nuestra Señora del Rosario de Manizales es uno de los principales símbolos de la capital caldense. Ocupa un área de 2.300 metros cuadrados en la Plaza de Bolívar, se eleva hasta 119 metros de altura, puede albergar en su interior a 5 mil personas y tiene múltiples esculturas, vitrales y detalles que hacen de ella un atractivo de gran interés.

La riqueza arquitectónica, artística e histórica de la Catedral Basílica de Manizales, la han posicionado como un símbolo de la ciudad y un atractivo turístico de indiscutible belleza. Por ello, desde el 2014 sus administradores, han decidido hacer innovaciones como la ampliación de horarios para visitar el Corredor Polaco y la instalación del Café Tazzioli en una de las terrazas interiores.

La construcción de la catedral inició en 1928, debido a que los incendios que sufrió el centro de la ciudad en 1925 y 1926 arrasaron con el templo que existía en el lugar.  

El diseño actual es del arquitecto italiano Julien Polty. Fue construida con la técnica de hormigón armado, tiene planta en cruz griega con tres naves,  su torre central se eleva hasta los 113 metros de altura y las cuatro torres laterales tienen 62 metros de altura cada una y están coronadas por las imágenes de San Pablo, Santa Inés, San Marcos y San Francisco de Asís.

Posee presbiterio con un baldaquino de 14 metros de altura,  decorado con 64 imágenes de santos en color dorado y un mueble en madera decorado para el coro de los canónigos. 

Se destacan el rosetón sobre la puerta de acceso en homenaje a la Virgen del Rosario que mide 9 metros de diámetro y los cerca de 590 metros cuadrados de vitrales que decoran todo el templo, obras de artistas franceses, italianos y colombianos. 

Las puertas de acceso también son motivo de interés ya que tienen grabada parte de la historia de la ciudad.

Corredor Polaco, el recorrido

Un sitio especial de la catedral para observar la ciudad es el Corredor Polaco. Está ubicado a 102 metros de altura, rodea la torre central y para acceder a éste, se transitan espacios internos y externos del templo. 

Estuvo abierto al público desde 1959 hasta 1977 y fue cerrado durante 31 años debido al deterioro de las escaleras de acceso. En el 2008 fue reabierto para los visitantes, después de hacer inversiones en la infraestructura para ofrecer mayor seguridad, capacitar a los guías y ordenar nuevos espacios con información histórica.

La buena acogida por parte de los ciudadanos y turistas motivó en el 2014 al administrador de la catedral, sacerdote Luis Horacio Gómez Gonzáles y al párroco José Libardo Garcés, a mejorar las condiciones higiénicas del templo con el desplazamiento de las palomas, la eliminación de once toneladas de desechos y la ampliación de los horarios de visitas y recorridos para hacer más atractiva y satisfactoria la experiencia para los visitantes y hacer de la Catedral un eje del turismo de la ciudad.

Hoy se ofrecen recorridos de domingo a domingo entre las 9:30 de la mañana y las 6:30 de la tarde, abriéndole nuevas opciones a los ciudadanos y turistas que buscan conocer sitios emblemáticos de la ciudad. Tiene un costo de 13 mil pesos para adultos, 8 mil para niños hasta los 14 años. El recorrido tiene una duración de 1 hora y 15 minutos.

Durante el recorrido se puede disfrutar de la torre de los constructores, donde se encuentran herramientas originales de la construcción y fotos de gran formato del arquitecto diseñador Julien Polty y los ingenieros partícipes de la obra Angelo Papio, Gian Carlo Bonarda, Mario Gherardi, Carlos Bartoli, Eolo Faulín y Atilio Tormen.  Allí se pueden conocer datos históricos de la ciudad y características de las obras de arte que posee el templo.

Continúa el ascenso por unas escaleras empinadas pero seguras para el visitante. En lo alto, lo que se conoce como el Corredor Polaco pueden permanecer hasta 22 personas y disfrutar de una espectacular vista sobre la ciudad y la región y llevar en sus lentes y sus corazones las impresionantes imágenes que allí se ofrecen.

Café Tazzioli

El recorrido culmina en un lugar diseñado con la comodidad de los visitantes, el Café Tazziolli, ubicado en una de las terrazas del sector nororiental de la catedral, brinda una vista espectacular de la Plaza de Bolívar y el Palacio de la Gobernación.

En este acogedor café, se ofrece una variada selección de café caliente y frío, además de deliciosos productos de repostería, y lo mejor de todo, ¡el ingreso es completamente gratuito! Por las noches, los visitantes pueden deleitarse con un juego de luces en constante cambio, que embellece aún más el ambiente. Los viernes, el lugar se anima con presentaciones de espectáculos musicales, brindando una experiencia única a quienes lo visitan.

Para enriquecer la atmósfera, el espacio ha sido decorado con una fascinante colección de fotografías históricas, que muestran la evolución de la Plaza de Bolívar a lo largo del tiempo. Este lugar lleva el nombre del maestro Alideo Tazzioli, un escultor italiano que es reconocido por ser el autor de la mayoría de las esculturas externas que adornan la majestuosa catedral. Así, el Café Tazziolli rinde un merecido homenaje a este destacado artista mientras ofrece una experiencia gratificante y enriquecedora para todos los visitantes.

Quien fue Tazzioli

Alideo Tazzioli (1909-1978) Italiano que llegó a Colombia de la mano de su hermano Adelindo, arquitecto y maestro marmolero, radicado en Barranquilla. 

Ganó el concurso que los hermanos Angelo y Michelle Papio realizaron para la elaboración de las esculturas en concreto que adornarían las torres laterales de la Catedral Basílica de Manizales. 

Elaboró las imágenes de San Francisco, San Pablo, San Marcos y Santa Inés, que tienen una altura de 6 metros y pesan 6 toneladas cada una. También esculpió la Vírgen Dolorosa del Calvario; los seis ángeles custodios que rodean la torre central; las estatuas de San José y San Antonio que se ubicán en los techos laterales de la catedral y la Cruz del Cristo Salvador que marcó la culminación de obras arquitectónicas del templo.

Las esculturas de los santos que ostentaban las torres, se cayeron durante el terremoto ocurrido en Manizales en el año 1962. Las que existen actualmente fueron realizadas por el escultor Guillermo Vallejo retomando la idea del maestro Tazzioli.

Una vez terminados los trabajos, se radicó en Manizales donde hizo otras obras artísticas y se casó con Ana Julia Caicedo.

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