IGLESIA SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS “LOS AGUSTINOS”

Carrera 19 Nro 18-50
Declarada Bien de Interés Cultural Municipal en Decreto No. 0248 del 26 de septiembre de 2003

Obra con férrea voluntad

La historia de la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús comienza en 1901, con la llegada a Manizales de la comunidad religiosa de los Agustinos Recoletos. A través de su labor social, adquirieron el lote e iniciaron la explanación del terreno para la construcción del templo y el convento. La primera capilla, edificada en cal y canto cubierto con estera de guadua y madera, fue terminada en 1903.

Con el paso de los años, los religiosos continuaron su misión, ampliando su obra social y promoviendo una importante renovación urbana en la zona. Así, se propusieron levantar un templo más grande e imponente. La primera piedra del templo actual fue colocada en 1914, siguiendo los diseños del arquitecto Jorge Wilson Price Castello. Las obras finalizaron en 1926, mientras que la torre central de 48 metros de alto, construida en concreto bajo la dirección del ingeniero italiano Livio S. Chiavinat, se completó en 1928.

En 1955, un incendio destruyó gran parte de la edificación. Sin embargo, la férrea voluntad de los Agustinos Recoletos hizo posible reunir nuevamente esfuerzos y recursos para su reconstrucción, la cual se extendió durante ocho años.

Neogótico en el corazón de Manizales

La Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús es una de las expresiones más representativas del estilo neogótico en Manizales. Este estilo retoma elementos del gótico medieval, reinterpretados con las técnicas y materiales de construcción de la época. Se destacan especialmente los arcos ojivales (en punta), las ventanas y puertas abovedadas decoradas con pináculos, así como dos estatuas emblemáticas: el Sagrado Corazón de Jesús y Nuestra Señora de la Consolación.

El templo posee una imponente fachada en concreto reforzado, producto de la reconstrucción realizada en 1929, que le otorga una monumentalidad particular. Su planta responde al esquema tradicional de cruz latina, con una longitud de 62 metros y un ancho de 27 metros en la fachada. El interior está conformado por tres naves alargadas, coronadas por un gran altar mayor. El retablo principal, el púlpito y los altares laterales, todos tallados en madera, reflejan un trabajo artesanal minucioso y de gran valor artístico.

Los vitrales que adornan las ventanas fueron elaborados entre 1958 y 1969 por el artista español Mario Ayala Moya y Leandro Velasco Pardo, de la reconocida Casa Velasco de Cali. Estas piezas aportan una atmósfera de luz y color que enriquece la espiritualidad del espacio, a la vez que consolidan su identidad patrimonial.

Escenario para la música
sacra y la cultura

La Iglesia de Nuestra Señora del Rosario no solo es un símbolo de la memoria arquitectónica de Manizales, sino también un referente cultural y social profundamente arraigado en la identidad de la ciudad. Además de ser una réplica de la antigua catedral destruida en 1926, este templo representa la continuidad de una historia colectiva que conecta generaciones. Su ubicación en el tradicional barrio Chipre, en una colina con vista panorámica, la convierte en uno de los puntos más icónicos del paisaje urbano.Desde sus alrededores se pueden contemplar vistas únicas del centro histórico de Manizales, del tradicional barrio San José y la Galería Central y de las urbanizaciones más recientes en la ciudadela del norte. Esta conexión visual entre el pasado y el presente urbano resalta el papel del templo como punto de referencia territorial y emocional para manizaleños y visitantes.El entorno del templo ofrece una experiencia cultural completa: a pocos pasos se encuentra el parque Observatorio de Chipre y la Avenida 12 de Octubre, corredor peatonal conocido por su oferta gastronómica tradicional, donde es posible disfrutar de empanadas, obleas, cholaos y café especial de la región, mientras se avista el paisaje cultural cafetero.

Proyecto apoyado por

©Destino Caldas 2025

Scroll to Top