Hoy Casa Museo Gilberto Álzate Avendaño sede Corporación Rafael Pombo
Calle 50 Nro 27-02
Declarada Bien de Interés Cultural Municipal en Decreto No. 0215 del 11 de octubre de 2004
El barrio Versalles de Manizales es testimonio de una época en la que las familias de alto poder adquisitivo construyeron elegantes residencias en las afueras de la ciudad, replicando el fenómeno global de las casas quintas suburbanas. Estas construcciones, caracterizadas por su arquitectura refinada y su entorno apacible, fueron reconocidas en 2004 como Bien de Interés Cultural, con el ánimo de preservar aspectos relevantes de la cultura local.
Entre estas joyas arquitectónicas se destaca una vivienda construida en 1931, diseñada por el arquitecto Roberto Vélez Arango para el médico Arturo Robledo. En 1937 la casa se convirtió en hogar del influyente político e intelectual Gilberto Álzate Avendaño (1910-1960), quien la habitó durante un extenso y fructífero periodo.
Desde hace casi cuatro décadas, la Casa Museo Gilberto Álzate, conserva no solo la arquitectura original y el mobiliario representativo de la época, sino que también ha sido destinada a las actividades culturales de la Corporación Rafael Pombo. Este espacio, cargado de historia y memoria ha fusionado el legado patrimonial con proyección social y educativa.
Ubicada en un terreno de más de 7.000 metros cuadrados, de los cuales solo 322 metros están ocupados por la edificación, la Casa Museo Gilberto Álzate es un ejemplo representativo de la arquitectura residencial de élite en Manizales durante la primera mitad del siglo XX.
La vivienda se alza rodeada por un amplio jardín, que no solo la separa de la calle y las casas vecinas, sino que refuerza el ideal de retiro y distinción propio de las casas quintas. Su distribución interna responde a un modelo funcional y moderno para su tiempo: en lugar del tradicional vestíbulo, se accede a un hall de ingreso que organiza la circulación hacia tres zonas principales —social, habitaciones y de servicios—, articuladas a un patio central.
Construida en hormigón armado, la casa tiene una planta compacta e irregular, con patios que favorecen la ventilación y la luz natural. La cubierta en teja de barro, los pisos, puertas y ventanas en madera tallada con figuras florales, destacan por el cuidado artesanal, así como los ventanales que dejan pasar luz a las estancias son muestras de la atención al detalle en cada rincón.
Inspirada en las casas de campo francesas, esta vivienda refleja los valores estéticos de la arquitectura republicana, ampliamente difundida en Manizales durante la bonanza cafetera, y constituye hoy un valioso testimonio de la historia urbana y social de la ciudad.
La Casa Museo Gilberto Álzate no solo destaca por su arquitectura y belleza, sino por haber sido hogar de mentes brillantes que marcaron la historia local y nacional. Allí vivieron el médico Arturo Robledo, el comerciante de café de origen alemán Federico Schindler, y más tarde el político, orador y humanista Gilberto Alzate Avendaño.
Fue este último quien convirtió la casa en un epicentro de pensamiento y diálogo en tiempos convulsionados por la violencia política en Colombia, impulsando desde allí reflexiones y encuentros en busca de caminos hacia la paz.
En 1986, tras la salida del último miembro de la familia Álzate, la casa fue donada al municipio de Manizales, que a su vez la entregó en comodato a la Corporación Rafael Pombo. Desde entonces, este espacio patrimonial ha sido fiel a su vocación intelectual y creativa, convirtiéndose en un centro de formación artística para niños y jóvenes en disciplinas como la música, la literatura y las artes escénicas.
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