Un cuento llamado Escuela-Taller de Caldas

En la presentación del libro Eliseo Tangarife, el Miguel Ángel de la Cordillera, James Peña Garzón, director ejecutivo de la Escuela Taller de Caldas y del Paisaje Cultural Cafetero, escribió este texto que nos contextualiza en el quehacer de la Institución, fundada con el propósito de formar en artes y oficios y recuperar materiales, técnicas constructivas y saberes tradicionales y cuya sede está situada en Salamina Caldas. 

El libro fue bellamente editado en el 2021 por Hoyos Editores de la ciudad de Manizales.

La iniciativa de las Escuelas Taller en Colombia fue incluida dentro de la lista de buenas prácticas de la humanidad como una “estrategia de protección y supervivencia de los oficios tradicionales”, durante la sesión número 14 del Comité Intergubernamental del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco.

El Ministerio de Cultura de Colombia ha apoyado desde su comienzo el programa de Escuelas Taller, introducido en nuestro país por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) como una herramienta eficaz para asegurar la salvaguardia del patrimonio cultural de la nación, al tiempo que se capacita y se brindan oportunidades a sectores poblacionales que de otra manera estarían condenados a vivir en un estado permanente de vulnerabilidad social y económica.

La Fundación Escuela Taller de Caldas y del Paisaje Cultural Cafetero Colombiano “FETC-PCCC” hace parte del programa Nacional «Escuelas Taller de Colombia Herramientas de Paz» creado el 29 de Julio de 2010, liderado por el Ministerio de Cultura; es la única escuela taller del territorio del Paisaje Cultural Cafetero Colombiano PCCC, declarado por la UNESCO como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, nuestra sede principal se encuentra ubicada en el municipio de Salamina, joya arquitectónica y cultural de la Colonización Antioqueña, municipio que es considerado como la cuna del PCCC.

El quehacer misional de la FETC-PCCC es la gestión, protección y salvaguarda del patrimonio cultural a través de la formación para el trabajo y el desarrollo humano en artes y oficios, la recuperación de materiales, técnicas constructivas y saberes tradicionales, a personas en situación de vulnerabilidad, generando oportunidades de emprendimiento y autoempleo, como motores del desarrollo, la reconstrucción del tejido social y la construcción de cultura de paz dentro del Departamento de Caldas y el Paisaje Cultural Cafetero Colombiano.

La Fundación Escuela Taller de Caldas y del Paisaje Cultural Cafetero Colombiano “FETC-PCCC” – “Herramientas de Paz” permite que ciudadanos del territorio del PCCC en condición vulnerable, personas de escasos recursos económicos, jóvenes afectados por el conflicto armado, personas en condición de discapacidad, desmovilizados, reincorporados, reinsertados, víctimas de la violencia, comunidades étnicas, madres cabeza de familia, se formen en artes y oficios la recuperación de materiales, técnicas constructivas y saberes tradicionales para la gestión, salvaguarda y protección del patrimonio cultural, generando oportunidades de emprendimiento, un desarrollo sostenible y la reconstrucción del tejido social dentro del Departamento de Caldas y el Paisaje Cultural Cafetero Colombiano.

Siendo la única Escuela Taller dentro de la declaratoria del territorio de Paisaje Cultural Cafetero Colombiano “PCCC”, entendemos que el valor excepcional de una cultura cafetera para el mundo tiene como origen común la colonización antioqueña y su gente, la cual se caracteriza por su espíritu emprendedor, laborioso y amable. A partir del cultivo del café y su comercialización se han consolidado un conjunto de tradiciones y manifestaciones que son orgullo regional y nacional: la arquitectura, las expresiones culturales, la gastronomía, las fiestas y tradiciones, el vestuario típico de la región, y sus sistemas constructivos a partir de la madera, la tierra, la piedra, la guadua y las fibras.

Esta tradición y manifestación cultural del patrimonio arquitectónico presente en sus edificaciones, tiene a mi juicio su época más dorada y floreciente con la llegada de un hombre de estatura mediana, contextura física mulata o de piel negra, Eliseo Tangarife, personaje que para la época era un simple carpintero antioqueño que llegaba a Salamina invitado por el padre José Joaquín Barco.  Eliseo dibujaba, diseñaba, innovaba y tallaba, quien logró luego de 1912 adaptar la flora y la fauna (de lo que hoy conocemos como el patrimonio natural del PCCC) en los balcones, portadas, contraportadas y muebles conocidos a nivel nacional e internacional.  Tal reconocimiento que ha llevado a que sus trabajos solo sean alcanzados hoy por quien tenga un gran poder adquisitivo.

Al maestro Eliseo Tangarife como se le conoce hoy en día, nos dejó enormes enseñanzas y un legado que aún está por rescatar, ya que todos sus discípulos directos ya fallecieron, queda en la mente y manos del maestro Fernando Macías Vásquez la tradición oral de Eliseo, y como el dice “…Aprendí a gatear y caminar en los talleres de mi padre Fernando Macías Hencker, quien trabajo con el maestro Eliseo Tangarife durante 50 años…” , tradición oral y conocimiento que hoy queremos contar al mundo en este maravilloso libro del “Miguel Angel de la Cordillera”.

Estamos convencidos que esta es la mejor manera de gestionar, salvaguardar y proteger nuestro patrimonio cultural y de contribuir a la protección de los valores y atributos que permitieron la declaratoria del territorio, alrededor de una cultura cafetera para el mundo.

James Peña Garzón                                                                                                                                                                                                                                                  Director Ejecutivo FETC-PCCC

 

 

 

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